Para un BIM abierto y colaborativo: el ejemplo de la térmica

¡Una mejor colaboración entre todas las partes intervinientes!

Hay que recordarlo, el BIM  (Building Information Modeling) es una innovación disruptiva que se apoya en las 3D y en los datos para transformar la forma en la que se construye. Reducción de costes, trazabilidad de las diferentes acciones a lo largo del tiempo, beneficio ecológico: los directores de obra tienen que ganar en el desarrollo de este enfoque que se resume en una mejor colaboración entre todas las partes intervinientes.  

Sin embargo, algunos actores, concretamente las estructuras pequeñas y medianas, ven en la variedad de idiomas y formatos que utiliza BIM un freno para su proceso: ¿qué software utilizar? ¿Será compatible con los que utilizan las partes intervinientes, las otras partes involucradas? ¿Voy a perder datos durante las interacciones e intercambios con mis colaboradores…? Tantas preguntas que están en el corazón del éxito de un proyecto BIM y para las que – ¡buenas noticias! – existen soluciones.

La interoperabilidad: primer paso

El principal reto que tiene BIM hoy es la capacidad de hacer que una diversidad de actores colaboren eficazmente pese a la pluralidad de idiomas, formatos, software y estándares. Cada actor puede enriquecer la maqueta central del proyecto con información relativa a su oficio o a su especialidad gracias a la transmisión de datos. Este modelo distribuido facilita enormemente los intercambios entre los actores, haciendo que los idiomas y el software se comuniquen en beneficio del proyecto.

La industria no llegó todavía hasta ahí. La mayor parte de los cálculos, concretamente térmicos o también eléctricos, todavía no se hacen en el modelo digital. Por tanto, el desafío de los editores de software «BIM» reside en la capacidad de hacer viajar la información entre los software sin alteración o pérdida de información. Existen diferentes formatos de intercambio, el principal de ellos: el IFC. Pero la reglamentación ambiental y energética nacionales pueden complicar el asunto y, a pesar de la exhaustividad del IFC, no lo integrar todo. Por ejemplo, la temperatura máxima o el coeficiente de rendimiento de una caldera no están estructurados para estar entendidos por los softwares de cálculo RT 2012, que es una norma francesa.

Mientras tanto, las API

Frente a estas dificultades, algunos actores recomiendan una aproximación agnóstica frente a formatos e idiomas para permitir una mejor colaboración e intercambios fluidos entre las especificidades de cada actor, sin tener que preocuparse de los retos de la compatibilidad del software. Así, BIM&CO ha estructurado su ecosistema en torno a una API capaz de interpretar los formatos o estándares para hacer que se comunique con el software utilizado en el marco de un proyecto.

Concretamente, BIM&CO se ha asociado recientemente con el editor BBS para facilitar la integración de la información térmica RT2012 en el proceso BIM, con el fin de crear pasarelas de datos entre las maquetas centrales y el software ClimaWin utilizado concretamente por las oficinas de estudios especializados en la térmica para implementar la reglamentación térmica RT2012, ahora obligatoria en la construcción en Francia. Se trataba para BBS de un reto crucial para optimizar la duración de los proyectos y la colaboración entre los intervinientes en los temas térmicos. Gracias a los datos estructurados por la API de BIM&CO y a la experiencia sectorial de BBS, ClimaWin ha obtenido unos primeros resultados extremadamente prometedores, al permitir ahorrar más de 2/3 de tiempo, por término medio, a las oficinas de estudios térmicos. En efecto, a través de la API, el ingeniero recupera los datos necesarios para los cálculos RT 2012, así como los datos de los bombas de calor de Hitachi, por ejemplo. Esto evita tener que volver a introducir los datos y las iteraciones entre el modelo arquitectónico y el modelo de instalaciones. 

El plugin ClimBIM de BBS utilizado en Revit :

«El BIM se apoya sobre todo en una visión del mundo de la construcción centrada en el intercambio y la colaboración. La tecnología no puede ser una limitación, sino que debe dar soporte al proyecto y ayudarlo a avanzar. Aunque las responsabilidades finales del proyecto no cambian, el BIM debe utilizarse para una visión abierta y no dejarse frenar por las especificidades ligadas a los formatos y software. ¡Un BIM agnóstico y sobre todo abierto! » concluye Valentin Malemanche de BIM&CO.

Hay una experimentación en curso para los usuarios de los software de térmica, ¡no dude en ponerse en contacto con nosotros!